ADOPTAR UN ANIMAL NO CAMBIA EL MUNDO, PERO CAMBIA EL MUNDO DE ESE ANIMAL

viernes, 1 de agosto de 2014

DESCUBRIENDO LA TERCERA DIMENSIÓN

Qué suerte encontrarme durante el paseo con un buen palo. Ni yo misma sé cómo puede hacerme pasar tan buen rato un simple trozo de madera. Correr a por él cuando me lo lanzan, seguir su rastro hasta encontrarlo cuando me lo esconden, roerlo o incluso, para ser sincera, comérmelo. 
Cuando le echo el ojo a mi objetivo mi humana enseguida se da cuenta de lo que ocurre porque, con la cabeza bien erguida, espero que entre al juego y participe conmigo de ese descubrimiento. Entonces, si está de buenas, porque esa es otra, que parece ser que hay días que los palos estropean los dientes y otros que no. . . qué raros estos humanos. . .,  un sólo gesto que me haga y ahí que me lanzo.

Sin embargo, tengo que confesar que de lo mejor que me puede pasar durante el paseo es encontrar una piña. Para mí es como encontrar un tesoro, aunque deben estar muy solicitadas porque, según por donde vamos, no me cruzo con ninguna. 
Pero un día mi humana hizo que cambiara mi perspectiva, que una nueva dimensión se abriera ante mis ojos, y es que me enseñó que sí que están ahí, sólo que no en el suelo, que era donde hasta entonces yo las buscaba, sino colgadas en las ramas de los árboles. Era como un sueño hecho realidad, cientos de ellas, divisando desde lo alto a los peludos que pasamos por debajo ignorando tal grandeza. Me pregunto si con los que me cruzo cada día son conscientes de esta maravilla. Yo, por si acaso, me lo guardo para mí, no se corra demasiado la voz y me quede sin existencias.
Ahora, cuando me encuentro uno de estos árboles tan particulares, que ya he aprendido a reconocer, me planto debajo y mirando a mi humana espero, mientras se me hace la boca agua, que no estén muy a desmano para que, con su nada llamativa altura, alcance alguna y pueda hacer mis delicicas durante los dos minutos que tardo en desintegrarla. A veces, a la pobre le cuesta más conseguirme una que lo que yo tardo en destrozarla, pero tampoco se lo pasa mal probando las diferentes estrategias que se le van ocurriendo para que yo no me quede con las ganas.



Mis visitas. . . gracias

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